Al principio todo era perfecto, ella quería ser actriz y el era un enamorado de la vida, se conocieron, bailaron, rieron, se quisieron. Su autentica meta en la vida era vivir, simplemente sentir lo que sentían, una meta avariciosa, una bonita meta, idílica quizá.
Pero todo era distinto al cabo de unos años, al cabo de dos niños, al cabo de la compra de esa casa en ese barrio, la preciosa blanca casa de Revolutionary Road, con vecinos perfectos y jardines de ensueño... pero ¿Donde habían quedado sus sueños? En realidad, ya no había nada de perfecto en esa vida. Pasaban los días y todo era igual, el detestaba su trabajo y ella detestaba no trabajar, se sentían vacíos y lo único que tenían que hacer para dejar se estarlo era irse, irse lejos, irse a Paris, la ciudad donde la gente realmente sentía de verdad, que vivía con ganas, Paris, Europa, donde ella podría trabajar, donde él podría averiguar cual era su fin en la vida, en dónde quería trabajar... pero todo fué una ilusión que se desvaneció y en esa sombra de verdades el odio se apoderó de ellos, ella no quería seguir ahí, no podía, necesitaba huir, y es que ya no se querían,ya no se importaban, la vida había hecho de ellos un par de personas desgraciadas que nada tenían que ver con esos dos enamorados, con esa pareja perfecta que todos creían que era... que diferente es la vida cuando la miras desde los ojos de quien la sufre que de quien simplemente la observa desde fuera.
Porque al final siempre es así, todos vivimos en ese barrio de gente amargada, de vecinos enamorados de la mujer de otro, de envidias y desprecios, de ganas de tener valor y no poder tenerlo, de criticar esa idea, la misma que nos moriríamos por realizar... todos vivimos en una vida irremediablemente vacía que no nos atrevemos a remediar ¿Porqué? Por comodidad tal vez, por miedo,razones hay muchas y cada uno particularmente podrá encontrar la suya, mientras tanto no queda otra que seguir aquí, en Revolutionary Road.
¿Quién dicta esas normas?
¿Quién te dice que huir será la solucion?