Que se quite el sábado noche cuando nos podemos encontrar una buena camisa de cuadros con percha incluida. ¡Ay omá! Es increíble lo que hace la publicidad, lo que hacen las revistas y los anuncios, es increíble que se nos active un radar de chulazo en proximidad cuando observamos una camisa de cuadros, tipo leñador, da igual el color, y el contexto, puede que la sensualidad la haga la persona y no la prenda, pero está claro que hay prendas que llaman más que otras.
Pero esto no es por casualidad, es decir, ¿Que tienen de repente de especial las camisas leñador? Comenzaron siendo tendencia en el año 2009, con múltiples colecciones de distintos diseñadores, destacando las de D&G, pero ya ha llovido bastante, y seguimos teniendo ese especial enganche por ella. Personalmente no creo que sea por la forma, ni por ese afán que nos da a veces a la gente de ciudad por recordar aires granjeros, ni tampoco porque nos guste la idea a la que asociamos un buen granjero buscando esposa. No, es por otra cosa, como he dicho antes, la sensualidad la hace la persona, y el objetivo principal de crear moda es este, hacer que una prenda te haga más atractivo, asi que, ¿Que mejor manera de poner de moda una prenda que hacérsela poner a los hombres más guapos? Que buena idea la verdad... y es que no se nos escapa ni uno, desde el guapo actor español Mario Casas, hasta el lobo de la saga Crepúsculo Taylor lautner, pasando por Zac Efron y un montón de actores jóvenes y con talento que aparecen en las revistas y en los actos vestidos cual leñadores fuertes y robustos, a la par de atractivos a las cámaras.
De esta manera, el ¡Ay Omá! no está demás, las mujeres asociamos las camisas leñador con hombres atractivos, seguros de si mismos y capaces de comerse el mundo, lo dicho: atracción máxima. Y lo vuelvo a decir, nos manejan como a corderitos que siguen a su granjero hasta la muerte, todo está relacionado.
Pero la moda masculina traspasa sus límites, y después de haber experimentado con los vaqueros de tu novio, con las americanas masculinas y los sombreros, las mujeres volvemos arriesgándonos e igualando el marcador, porque somos tan versátiles, que lo mismo nos da con una minifalda que con una camisa de leñador, atrévete a sacar tu lado más granjero y déjales a todos a cuadros.
Fotografías: Google imágenes
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