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viernes, 29 de junio de 2012

El arte de las elecciones

Lo que toda mujer debería saber.

La moda es universal e inconstante, es un cambio continuo. La moda no se anda con chiquitas, no busca favorecer, no busca gustar a todos, la moda es la moda, esa gran multinacional, esa gran cultura, ese inquietante arte, la moda es un gigante que te enseña libertad en falsillo, dictador de tendencias. La moda no se amolda a ti, eres tu el que tienes que amoldarte a ella.

Y tu, una chica normal, de a pie, con tu poco o mucho gusto vas como un corderito por los senderos de aquella, unos llanos, otros pesadumbrosos. Lees revistas, blogs de moda, buscas tendencias y las haces tuyas, piensas que eres dueña de ti misma pero en el fondo sabes que estas siendo manipulada, que ese vestido verde te gusta porque te han dicho que esta temporada el verde agua es lo más, que te gusta esa falda ajustada hasta límites cuasi ilegales por lo mismo, y esos zapatos que no te dejan ni andar de colores chillones y mil prendas que, quedandote o no quedandote bien se te meten entre ceja y ceja ( perfectamente depiladas) y no hay quien te quite la idea de la cabeza.

Aqui, tambien es cierto, cuenta tu personalidad mas o menos influenciable, el conocimiento que tu tengas de ti misma. Pero ante todo losiento ente dictador de tendencias universales e inconstantes, losiento jefazos de revistas multimillonarias, losiento, pero esque no a todas las mujeres nos sienta bien lo que proponeis.
No todas somos delgadisimas y monisimas, no todas tenemos piernas largas y estilizadas, ni espaldas de bailarina de ballet, no todas podemos permitirnos tacones de 15cm cuando tenemos un novio al que sacamos una cabeza y media.
Somos chicas normales (soy consciente de que utilizo un termino bastante ambigüo) con su tripita, su chichilla, o no, con más o con menos pecho, más o menos altas, no somos modelos retocadas con photosop y por eso hemos de buscar lo que más nos favorezca, aquello que siendo tendencia nos siente mejor, nos resalte nuestros puntos fuertes.

Pero aunque parezca dicho y hecho no es tan sencillo, muchos te dicen que llevar pero no lo que te sienta mejor, te mandan comprarte un pantalón pitillo sin el cual no vas a ir a la moda y puede que no te gusten nada tus piernas y aún así te lo pones, te sienta como un tiro, pero te lo pones ¿Porqué? Por el simple hecho de que se lleva, punto. Y es que de ahí la cantidad de problemas de niñas que compran por comprar y se gastan el dinero en ropa que se pondrán dos veces y a la tercera tirarán porque ya se habrán dado cuenta de que con eso no van a ninguna parte, niñas que no hacen caso a su madre y se compran tacones de 15 cm teniendo ya la altura de un jugador de baloncesto porque los tacones bajitos ni se los enseñes...

Esto es la manipulación y los manipulados sin cerebro, no por tontos, sino simplemente personas que no tienen criterio o consideran que su criterio no es digno de observancia.
Para librarte de esa manipulación masiva tienes que conocer tu cuerpo, estudiarte a ti misma y establecer tu orden de prioridades, aquello que más quieres potenciar, has de madurar y comprender que todo en esta vida, es imposible. Y por ello si tienes unas piernas bonitas podrás ponerte shorts cortitos y altitos pero siempre teniendo en cuenta la elegancia del corto y el evento al que acudirás, en cambio si no tienes unas piernas tan lúcidas y un escote precioso, olvidate un poquito de esos shorts con los que estás obsesionada, te sentará genial un vestido largo con sandalias planas o tacones. Esto yo creo, que lo sabe todo el mundo, pero nunca está de más recordar.
Otra cosa igual, si tienes mucha cadera y una cintura minuscula no te empeñes en vestidos ceñidos que marquen todo eso que quieres esconder, el secreto está en un vestido femenino, que marque tus curvas pero que deje actuar a la imaginación, un vestido ceñido a la cintura y con el suficiente vuelo, ideal.

Mil ideas, y no solo según tu tipo de cuerpo, también influye tu tipo de piel, tu color de pelo... Hay mil y una contraindicaciones de seguir a la moda al pie de la letra. Muchas revistas de moda del mercado se dedican a establecer criterios de este tipo, por ejemplo con el tipo de vaquero que te puede sentar mejor, el tipo de escote... son consejos que nunca están de más y ayudan a las personas a observarse a si mismas y aprender a estar cómodas consigo y con la moda a la vez.
Es un arte saber disimular tus defectos y potenciar tus aptitudes y no todo el mundo sabe, asique antes de obsesionarte con una tendencia, considerala e intenta buscarla en su mejor expresión para contigo.

No te amoldes a la moda, haz que ella se amolde a ti

viernes, 4 de mayo de 2012

¿Blanco o Negro?


¿Cual es tu peso ideal? ¿Lo sabes? Puede que no lo sepas pero lo intuyes, pero como todo en esta vida, es diferente según desde el punto de vista con el que lo mires. Para tu medico tu peso ideal es aquel con el que estas sana, con tus aportes vitamínicos y proteínicos, tu poco de ejercicio y tu dieta sana y equilibrada, para los  publicistas de los anuncios de Cereales dietéticos tu peso ideal solo lo conseguirás desayunando y cenando hidratos bajos en grasa que te ayudan a mantener esa supuesta linea que es tú línea, para tu madre tu peso ideal es el que es ahora porque para ella siempre estás guapa, para tu novio ( si es que tienes ) será en esa una de las muchas cosas (esperemos) en las que coincida con tu madre, para el jurado de Supermodelo 2013 tu peso ideal siempre será menor, estarás gorda y bajita, por muchos 12cm que hayan bajo tus pies la báscula pasaría a ser tu peor enemiga del instituto, insufrible y asesinable pero...por otro lado, para el productor de la Revista FHM tu peso le importa muy poco,y esto es porque para él lo ideal solo lo da la sensualidad independientemente de la báscula a la que te subas.
Pero ¿y para ti?


Las personas somos influenciables ya que nuestra personalidad está configurada por una serie de caracteres personales que nos rodean: La familia, la educación, la sociedad, la religión... todo ello nos conforma e influye en nuestras decisiones y a su vez en como nos tomamos y consideramos a nosotros mismos.
En este caso, en el caso de los pesos ideales, las figuras perfectas, las mujeres más hermosas... esos caracteres personales influenciables son los determinantes de una sociedad consumista y aquí es donde entra el mundo de la moda, y aquí es donde quería llegar yo desde el principio.

Todos dicen, todos han dicho y todos dirán que la moda convierte a niñas normales en anorexicas patológicas, que nos han obligado a pensar que eso es lo atractivo, niñas sin carne, huesos con pieles, niños africanos esgarbados blancos y con miles en el banco. Nos dicen y nos hacen creer que esa es la única alternativa para ser guapa y popular: pesar 36 kilos, 6 más que tu maxibolso de Vuitton. Y así comienza la espiral, la espiral de niñas barbies, la espiral de enfermos de anorexia, bulimia... trastornos alimenticios, mentales; modelos muertas, desnutridas, clínicas llenas y una juventud insatisfecha y enferma con la imposibilidad de llegar a ser aceptada, con la imposibilidad de llegar a ser tan delgada y perfecta, que terrible, sinceramente dan ganas de llorar. Ese es el lacre de la industria de la moda, su perdición y su más malvado pecado, pero... en realidad




¿Quién te dice eso? ¿Los medios de comunicación? ¿los diseñadores y sus modelos? ¿La publicidad? Está clarísimo que la tendencia a la delgadez no nos deja indiferentes pero... ¿Qué hay de lo que opinan las personas de verdad? Puedes preguntar a la mitad de los hombres qué es lo que prefiere y opinará como tu medico o en tal caso como el productor de la Revista FHM, eso ya depende de hombres, de gustos y de edades también; puedes preguntar a las personas de la calle, puedes comparar, la salud y alegría de unas mejillas sonrosadas con la desdicha de unos pómulos excesivamente marcados... Porque todos (como personas) prefiririan a Scarlett Johansson antes que a Vicktoria Beckham, a Lindsay Lohan antes que después de su anorexia, y qué hombre preferiría a Keira antes que a Scarlett o a Nicole Richie antes que a Rihanna.








 ¿En serio te verías más guapa así...?
o... quizá mejor
...así?




Todo en el fondo lo eliges tu, porque al final lo que se lleva es lo natural, lo sano, lo bonito y la excesiva delgadez no lo es. Tú eres la que puedes decidir, ser Scarlett o ser Ashley Olsen, ser blanco o ser negro, porque la moda crea tendencias pero eres tú la que debes decidir cual has de seguir, porque lo más importante eres tú no los gramos de la báscula ni la talla de tu pantalón... porque no veo a nadie que quisiese imponer a Marilyn que perdiese un gramo de su sensualidad ni una talla tampoco.


Gracias a la cordura y a Dios, el mundo de la moda está reaccionando a favor de lo sano y natural, ya que en algunas pasarelas no dejan desfilar a las modelos de menos de un peso razonablemente sano y normal, pero como toda moda persistente es dificil de erradicar y así nos encontramos actrices que explican que no encajaban en un trabajo por no ser tan delgada ( Hilary Duff en Gossip Girl), como la presión a la que se ven sometida los nuevos iconos adolescentes (Miley Cyrus y Selena Gomez).
No es una moda, es la vida de las personas la que se pone en juego porque como ya he dicho, la belleza no es delgadez y mucho menos enfermedad, es salud, alegría, frescura y bondad, las mujeres son mujeres, con curvas, con grasas y con todo lo que sea y esa debería ser la única moda.


Por otro lado si erradicaramos las curvas los Productores de la Revista FHM, MAN, Interview y todos los hombres del mundo se pasarían la vida en pleitos denunciando esa atrocidad.
  Ay...ay si Marilyn levantara la cabeza...

Tú eliges al final cual es tu peso ideal en virtud de cual es tu idea de belleza, espero que escojas con coherencia pues son dos concepciones tan distintas como la diferencia entre el color negro y el color blanco.

sábado, 24 de marzo de 2012

Presunción desenfrenada

Imagínate un mundo sin tiendas, sin anuncios y sin precios, un mundo en el que no importara nada qué llevases puesto o con qué zapatos llevases esa chaqueta de la temporada pasada, un mundo sin modas, sin temporadas, sin modelos esqueléticas e imposiciones fashionistas. ¿Es difícil eh?

El mundo es como es... las tiendas están ahí y son el simple resultado de la supervivencia económica de una economía de mercado, los anuncios generan consumo y el consumo mantiene los esquemas estables de una sociedad desarrollada. La oferta y la demanda, reglas básicas del mercado, las empresas ofrecen lo que sus clientes demandan y al precio conformado por ambas, al precio que están dispuestos a pagar los demandantes... podría intentar sacar a relucir los conocimientos económicos de los que me acuerdo y dar una mini clase magistral de las economías de mercado a un nivel bastante flojillo, porque no, no soy economista y esque las tiendas en sí ( hablo de las tiendas de moda, obviamente) trascienden a lo económico, se cuelan en una esfera superior a la que me gusta llamar "Psicología humana"


¿Porque compramos? ¿De donde sale esa necesidad que lleva arrastrando a mujeres a la ruina desde tiempos inmemoriales? que nos endeuda que nos engaña,¿ porque nos compramos un vestido rebajado al 50% que ni siquiera nos gusta y que al final nunca nos ponemos?,¿ y esos zapatos por 10€ imposibles de llevar sin acabar amputandote los pies...? Hasta donde necesitamos y cuando empezamos a comprar por comprar, a dejarnos llevar por la genial sensación de sentirte como Julia Roberts en Pretty Woman por la calle.

Las mujeres somos presumidas, esto es así, de toda la vida, desde Cleopatra hasta las gemelas Olsen, desde Maria Antonietta hasta Paris Hilton, todas, todas, es algo innato en nuestra naturaleza y no, no lo podemos evitar... Los hombres no lo entienden, ellos ( la mayoría) entran a una tienda y saben perfectamente lo que necesitan y lo que quieren comprar, hacen en 15 minutos lo que nosotras en 3horas y este es el sentido de toda tienda, de toda moda, de toda temporada y de todo anuncio: La presunción femenina, la necesidad de renovar nuestro atractivo, de ser y sentirnos guapas y de hacerlo ver.
Y que bien te sientes cuando vas por la calle con tus bolsas y mientras caminas piensas en la cantidad de conjuntos nuevos que vas a poder ponerte... que guapa, piensas, era lo que necesitaba. Pero... sabes que a la semana siguiente vas a volver a entrar en otra tienda y vas a volver a necesitar cosas, vas a volver a querer comprar y te olvidas de lo que te gastaste en nosecuantas mil cosas super ideales que necesitabas como el comer, porque ahora vuelves a tener hambre... y a la semana siguiente otra vez ¿hasta donde llega la capacidad de necesitar? ¿No es posible una presunción gratuita?

Las presumidas empedernidas incontroladas acaban arruinadas, comprar se acaba convirtiendo en una obsesión y ya te olvidas hasta del significado de la palabra presumir y de otras cosas muchísimo más importantes. Por eso, la presunción ha de tener sus límites, los nuestros propios, no los que nos impongan, has de saber distinguir entre la necesidad y presunción de comprarte unos zapatos rojos ideales un día de la necesidad compulsiva de comprarte otro vestido igual al de la semana pasada solo porque está rebajado, solo porque no sabes exactamente lo que tienes en el armario, solo porque no piensas con claridad y el consumismo te ciega.




Adoro ir de compras y no, no me imagino un mundo sin tiendas, sin temporadas, sin moda... tampoco estaría nada mal, la vida sería más profunda y menos superficial y es por eso por lo que aunque no exista un mundo así, podemos hacer que exista en cada uno de nosotros y mantener en lo alto de la pirámide las cosas realmente importantes y presumir, hasta donde nos lo permita nuestra liquidez y solvencia no nuestra psicología manipulada por los medios de comunicación.

martes, 4 de octubre de 2011

Ser guapa o ser Barbie

Hoy en día a las mujeres se nos exige ser perfectas. Guapas, estilosas, delgadas, listas, saber cocinar, tener el cutis perfecto, los últimos bolsos, los últimos zapatos... y nosotras, quebrantandonos ante tanta presión nos sometemos, si, y nos matamos intentando ser la más guapa, la más delgada, la más lista, y cuando nuestros rasgos no se parecen a los que a un tal nosequien le parecen adecuados ya, ya no somos guapas, ya no valemos nada, ya no tenemos nada que ofrecer al mundo.

¿Pero qué clase de mensaje es ese?

Toda mujer es guapa, solo por el hecho de ser mujer. Las mujeres de hoy en día no se salvan ni un segundo del mounstruo social que oprime su capacidad de estar agusto consigo misma, con un granito, con dos, con tres y con unos kilos de más... los hombres no son ni mejores ni peores personas por tener el cutis más o menos imperfecto, ni por vestir de esta o aquella manera, son juzgados por su intelectualidad, por su capacidad de esfuerzo, sus objetivos, su trabajo, sus aspiraciones y metas... ¿Porqué las mujeres, además de eso, tenemos que ser barbies, rubias y delgadas?

Me llama muchísimo la atención eso de tener que ser como una Barbie, eso que nos han inculcado desde pequeñitas, ser guapa delgada y gustar a un hombre, que por otro lado, Ken, era un hombre que, ni trabajaba, ni estudiaba, ni salvaba el mundo... a lo único que se dedicaba era a presumir para gustar a Barbie, el prototipo de hombre ideal vamos... y claro, por eso a mi siempre me gustó más Action man, él, no era tan guapo, ni tenía el pelo tan bien cuidado, ni la mejor ropa... pero oye, tenía un objetivo en su vida y era valorado por ello, salvar al mundo, salvar a la chica, matar a los malos, y de ahí la diferente concepción sexista... ojalá hubiese habido una Action woman que no sirviese solo para cocinar, estar guapa, montar fiestas, cambiarse de ropa y cuidar a los niños.

Muchos conceptos erróneos, y modas que trastornan la visión humana. No hace falta ser una Barbie rubia para ser una mujer guapa y que merezca la pena, más bien, todo lo contrario, la perfección no implica la atracción.
Porque si ese es el concepto, hasta la Cerdita Peggi puede llegar a ser una Barbie.

miércoles, 1 de junio de 2011

Minifaldas cortas de miras

La minifalda, esa prenda a la que tanto recurre la mujer, el símbolo de la modernidad, y el mejor instrumento para lucir unas piernas bonitas, esa prenda tan repudiada y criticada y a su vez tan necesitada y utilizada.
Una prenda que no solo es un arma de atracción infalible para los hombres, es una prenda con mucha historia y con mucho significado detrás.

Existe una amplia gama de minifaldas, las típicas minis vaqueras de toda la vida, las que juegan con tu visión colocadas en la cintura y haciéndole parecer a tu madre que son más largas, con vuelo, sin vuelo, pegadas, de tela, de raso, de seda... múltiples combinaciones, tanto con unas francesitas para ir a la universidad, como con unos taconazos para ser la reina de la discoteca, en ambos casos, atraerás todas las miradas, si, eso si tienes unas buenas piernas esta claro, cada una a buscar lo que más nos favorezca. Una cosa está clara, no hay nada más sexy que una minifalda.

La mujer, siempre cohibida e impedida de ir enseñando determinadas partes del cuerpo, diferentes en distintas épocas, en distintas culturas ( en algunos países árabes es delito llevar una de estas provocadoras prendas ), si, la faldita corta ha ido imponiéndose a los prejuicios y al pudor. Pero a lo largo de los años, el concepto, vamos a decir más bien, la largura de la minifalda ha ido en detrimento, y esto, genera conflictos, no solo los típicos de indignación materna a sus hijas adolescentes porque un poco más y enseñan aquello que el mundo no tiene porque ver, sino conflictos realmente graves en relación al mensaje que trasmites con ellas puestas, o por lo menos lo que personas sin respeto alguno, captan.

Las chicas somos presumida, de toda la vida de Dios, y si tenemos unas piernas bonitas ¿Porque no vamos a lucirlas? hacer que parezcan más largas con un par de tacones de aguja y tu minifalda preferida, vas de vértigo, te sientes divina y deseada... y sinceramente, el sentirse deseada es lo que más ansia una mujer al vestirse, la pura verdad, se viste para gustarse, y se gusta porque sabe que es deseada, y todo se convierte en un circulo vicioso, esto es como la pececilla que se muerde la cola. La moda, las faldas que aparecen en las revistas, su largura, su estrechez, su altura, todo es idea de los hombres, en un concepto erróneo de la mujer, que cuanto más enseñas ( y solo estamos hablando del vestir) más mujer eres, porque más deseada te sientes.

Pero cuidado pequeña ingenua que lees las revistas y no miras más allá. el deseo de un hombre no siempre trae cosas buenas, y la belleza que atrae raras veces es la que enamora. Con una minifalda de las de ahora, es decir, cinturon a medias tintas, vas dando una imagen, una imagen de una chica con unas piernas bonitas, lucidas y unos taconazos, vas diciendo ¡ mírame!, pero a la par, y si no lo contrarrestas, dices ¡Solo te puedo ofrecer esto! Si solo vas buscando ser deseada, no pienses más y olvídate de las consecuencias minifalderas, pero si lo que buscas es ser querida más allá del deseo sexual, replanteate eso de solo gustarte con una minifalda puesta, quizás un poco más larga atraigas más, dejar a la imaginación siempre acaba dando resultado

A parte de eso, muchas personas piensan, que las chicas, al llevar minifalda, vamos provocando, y en eso no les falta razón, es nuestro objetivo, llamar la atención, pero los problemas surgen cuando se malinterpreta esa palabra, enseñar no da derecho a tocar.
No es una crítica, yo misma soy la primera que se pone minifaldas, en su concepto más mini, quizás exagerando y a escondidas de mi madre muchas veces, me gusta lucir mis piernas, pero lucirlas con inteligencia, las excentricidades nunca son buenas y siempre hay que saber donde dejar de enseñar.


Adelante, ponte tu minifalda más bonita y gritale al mundo que te mire.Que vea las piernas tan bonitas que tienes, pero, eso si, aprende a manejar al mundo, porque tu eres mucho más que unas piernas largas, que no se quede ahí y que luego se interese por lo que tienes detrás, por lo que tienes dentro, en tu cabeza, en tu corazón. Valorate tú, que tu mente no sea tan corta como tu minifalda, y sobretodo, ten cuidado al subir las escaleras del metro, y que se vuelva a vivir la imaginación.




Fotografías: Isabel Gómez